En el sueño aprendimos
En el sueño aprendimos
dos oficios iguales:
la silueta
y el ojo que la mira.
Nunca sabremos ya
que es lo uno
y lo otro.
No importa,
porque el cuerpo
es una sola herida
donde se hace la luz.
Porque hay mapas
que muestran
los caminos:
la música vibrando en la palabra
y en el ser de la música,
tatuada,
la poesía.
Roberto Dávila Gómez Palacio
Marimba
¿Cuál es tu cuna Marimba?
¿Vienes de África lejana?
¿A caso eres procedente
de Chiapas o Guatemala?
No contestas mi pregunta
lo que en tus notas me cantas,
pues eres para mi gusto
versátil; y te daría
por tu modo de expresarte,
Nacionalidad Mundial.
Lo mismo me cantas triste
como la vida del indio,
negro si fuera africano,
mestizo si es mexicano;
que me llenas de alegría
con hermosas melodías,
que me recuerdan los días
de mi juventud feliz.
En ti bastas siete notas
que bordan tu escala bella
que arrancan de tu cuerpo
sortilegios musicales,
cual cánticos celestiales;
que arrullan el corazón.
Por eso dime, Marimba
¿Es necesario llamarte
por tu origen de algún modo?
Tú te entregas en tus ritmos
a quien te escucha, lo mismo
siendo de África o de Chiapas
o de Guatemala, igual.
Eres tú para mi gusto:
¡Marimba Internacional!
Martha Elena Gordillo C.
Fogarada. Antología de la marimba, 1990.
En la feria
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